miércoles, 24 de marzo de 2010

Gracias Manolo Jiménez por toda tu entrega a tu Sevilla FC y el mío. Muchos periodistas y aficionados si te reconocen tu gran valía.


El linchamiento a Manolo Jiménez

Camina o revienta, dijo en su libro Eleuterio Sánchez, el Lute, que hace más de treinta años caminó, caminó y caminó sobre ascuas, púas de espinos y bayonetas, y todavía hoy puede contarlo. Vive que no es poco. El francés Paul Elouard, poeta, dice que los más pobres labios te denuncian por una sonrisa. Manuel Jiménez, entrenador del Sevilla, trabaja, trabaja y trabaja, camina y sonríe. Y por el delito de trabajar, caminar y sonreír se encuentra en permanente estado de sospecha y con la guillotina del linchamiento acariciándole el cogote.

Manuel Jiménez cumple su tercera temporada como entrenador del Sevilla y puede contar a sus nietos que un día triunfó en el club de su alma pero que en su casa, en Sevilla, nunca fue profeta en su tierra. La culpa la tienen siete tiranos y medio que se dedican a derramar infamias y mentiras sobre el técnico del Arahal y todo lo que le rodea. Pero en el tiempo que lleva Jiménez al frente del primer equipo nervionense, la cosecha de triunfos no ha podido ser más productiva. Llegó en otoño de 2007 sustituyendo al laureado Juande Ramos, que tras lograr cinco títulos con el club blanco se dio al piro con nocturnidad y alevosía: los millones del Totteham pudieron mucho más que todo el fervor recibido de los sevillistas; Juande dejó cinco títulos, algunos amigos y un cartelón descomunal de pesetero.

También dejó el manchego un equipo herido por la dolorosa muerte de un compañero (Antonio Puerta). Jiménez y sus colaboradores trabajaron duro para que los costurones cicatrizaran pronto en la plantilla. Y no fue coser y cantar precisamente, pues el tenaz técnico sevillano tuvo que salvar un exuberante muestrario de trampas vietnamitas del grupito de la llamada secta antijiménez, que encendió candela en sus foros para negar pan, sal y oxígeno al arahalense.

“¿Hay quien duda todavía del debate sobre si Manolo Jiménez está capacitado o no?” Frase entre muchas vertidas contra Jiménez en abril de 2008. Muchas más frases de barro contra el técnico pronunciadas por este grupo de voceros, que encuentran eco en una parte no minúscula de la afición, como se vio en la noche copera frente al Getafe, tras el cambio de Negredo por Romaric, con una fenomenal bronca contra el banquillo sevillista, que olió a linchamiento. Tras un infernal enero, con media plantilla en la enfermería y, sobre todo, gente clave desactivada (Kanouté y Zokora, en la Copa de África; Luis Fabiano y Squillaci, lesionados), una frase ahogada de Jiménez (“estamos deseando que termine enero”), sirvió para que este grupo de “amiguetes” le pusiera el mote de ‘míster excusas’.

Del Nido mantiene templanza ante los ataques contra su entrenador

Pero los números avalan al entrenador, sólidamente respaldado por el presidente de la entidad, José María Del Nido, con tradicional querencia hacia los técnicos de la casa, como se vio también con Joaquín Caparrós. Del Nido mantiene templanza ante los ataques contra su entrenador. Apaga el oído cuando le colocan un sustituto (Marcelino, Emery, Quique Sánchez Flores, Laudrup, Valverde o Manzano), y responde fotografiándose junto a ‘su’ entrenador.

La pose de Jiménez es convencional y rancia, cercana a la que ofrecía el mítico Helenio Herrera, con su chándal bombacho, rizos imposibles y el silbato en la boca. Pero con esa guisa unos cruzaron el Himalaya y Merlín cruzó ríos en zapatillas. Por eso los jugadores del Sevilla siguen al entrenador a muerte y se tatúan en el pecho conceptos tan humanos como lealtad, solidaridad, unión, compañerismo.

Los números del Sevilla de Jiménez golean

Los tres tercios que consumó la primera temporada (2007/08) arrojaron números de Champions, pese a quedar quinto. En su segunda temporada, ya completa, dejó al equipo tercero, la clasificación directa para Champions, y cabeza de serie en el grupo de los grandes. Esta temporada, el Sevilla es el único equipo de la Liga de las Estrellas que sigue vivo en las tres competiciones. En Copa, tras noquear al Barcelona, el Sevilla ha besado el manto de las semifinales por segundo año consecutivo.

Nada más aterrizar en Sevilla, Víctor Fernández, el entrenador del Betis, escandalizado por los virulentos ataques del grupito, ha defendido a su colega: “Manolo Jiménez está realizando un extraordinario trabajo”. No es el único que defiende al de Arahal, pues técnicos como Lotina, Guardiola, Pellegrini y Míchel valoran el trabajo del sevillista, que se mueve con timidez entre sus colegas ilustres en las reuniones de UEFA, en Nyon, aunque no duda en hacerse escuchar. José Mourinho le admira: “Es un estúpido el que dude un segundo del entrenador del Sevilla, ¿no han visto ya su palmarés?”.

El debate sobre Jiménez sólo se apaga con números y fútbol. No es cuestión de verso ni de lucir trajes de Armani. En Sevilla se da un extraño fenómeno emparentado con la xenofobia. Para unos cuantos melindres con avería en sus neuronas, un técnico del Sevilla ha de proceder cómo mínimo de más allá de las lindes de Carmona o Antequera, pues de lo contrario será rebautizado. Jiménez para ellos es el “cateto de Arahal”. Por fortuna, el resto de España y una mayoría silenciosa de sevillistas se ha aprendido la jerga jimenística, esa que habla de fútbol y hace que las personas se miren cara a cara, el corazón en una mano y el silbato en la otra. La misma mayoría que no vocea insultos y pone pie en tierra, la tierra de Jiménez, el eterno aprendiz de fútbol que nunca fue profeta.

Elconfidencial

José Manuel García - 10/02/2010
Casi 30 años de periodista (El Correo de Andalucía, Marca, AS y Canal Sur TV, donde me encuentro) me han dado para mucho. Para saber que mi pasado fue largo, mi presente intenso y mi futuro corto. Me gusta escribir y contar historias. Y más cosas: la risa del niño, el saludo del abuelo, los colores del mar y mi familia. Me gusta poco el azar pero apuesto por los valientes. Ustedes mismos.

4 comentarios:

Pablo G. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
futbollium dijo...

Nunca he entendido como uno de los históricos del Sevilla , ha sido tan criticado y tan cuestionado desde sus priemros días al frente del club hispalense .

Un saludo

balonreondo.- Fran y ... dijo...

@ Hola Pablo
Es cierto, que Manolo Jiménez merece los mayores honores, solo por haberse hecho cargo del equipo en ese momento tan crítco, y después de haberlo ganado todo.
La situación era muy delicada.
Manolo Jiménez no solo sacó al equipo de esa situación sino que ha sabido mantenerlo muy arriba y compitiendo por todo.
Así, que yo pienso, que si se le ha caido el equipo, después de 2 años y medio. Es por otras ciscunstancias, independiente de Manolo Jiménez. Que por otro lado, ya era hora, que decayera de algún modo el grupo, y tocó en este momento.
Pero además creo que lo debiera haber notado la Directiva, y haber tomado medidas antes y además haber preparado una salida mas decorosa a Manolo Jiménez.
No entiendo como ha sucedido todo tan de repente y sin tener previsto nada.
De esta directiva, no lo puedo creer.
Manolo hubiera entendido todo, creo.
¡Cosas del fútbol!
Saludos

balonreondo.- Fran y ... dijo...

@ Hola futbollium

En fútbol hay muchas cosas que no se pueden entender. Y si quieres te hago una lista.
Bueno, tu lo sabes igual que yo.
Es a diario.
Pero tengo que decirte, aunque me haga repetitivo y ya ni me agrade repetirlo.
Que los medios tienen mucho poder en el fútbol. Y hay consignas desde Madrid, concretamente el diario AS, y la SER. Padrinos de Juande Ramos, y que se empeñaron en la labar su huida.
Paro lo cual acometieron desde el primer día, brutalmente contra MJ, aungurando que no duraría nada, que no estaba capacitado, etc.
Y esos diario, AS, MArca, y emisoras, se escuchan en todos los pueblos. Y son fácilmente convencidos. Aunque les ha costado. Ha terminado por transmitirse a los jugadores.
Espero que entiendas algo.
En el post, (escrito de arriba), es un periodista, el que habla de los periodistas que criticaron a muerte a Manolo Jiménez.
Un saludo
Fran